Y pensar que la FIFA sanciona con la misma tarjeta estas acciones.

Dejemos claro algo, el arbitro Howard Webb se equivocó, esta patada de Nigel de Jong debió ser para roja, el error no significa que todas estas artes marciales aplicadas al fútbol estén exentas de la tarjeta colorada.

Lo curioso es que en ese mismo partido, uno que fue visto por cerca de 700 millones de personas, una acción solidaria y de homenaje, se sanciono con la misma tarjeta.

Comprendo la idea original de la FIFA, no quiere que mensajes políticos, religiosos o comerciales aparezcan de pronto en la camisa que lleva por dentro un jugador.
Lo religioso y político es muy compremetedor, se presta para muchas interpretaciones y es mejor evitar cualquier debate, rechazo, alejar esos temas de lo deportivo es lo acertado.
El aspecto comercial es otra historia, eso le pertenece a la FIFA, el billete es exclusivamente para el organismo rector y punto.

Sera acaso que en la FIFA no hay criterio básico para saber cuando un mensaje en una camisa es sano, justo, sincero y no hace daño a nadie.
Me agrada cuando alguien lo hace, disfruto las celebraciones creativas y sinceras.
Hasta aceptaría que los jugadores hagan un dinero extra con publicidades personales en el interior de sus camisas.

Pero ante todo entiendo el concepto de la FIFA de no arriesgarse y cortar por lo sano. Mejor se curan en salud y prohiben toda manifestación que exponga cualquier mensaje en camisa, mas claro no te la saques o sino va la amarilla.

Ojala no prohiban meterse la pelota en la camisa como celebración, un mensaje a la futura madre, al futuro hijo. Cuidado y ya mismo lo vetan también.