viernes, 8 de marzo de 2013

Noticia vs Chisme

Este es un colosal análisis que Ricardo Doylet le da al tratamiento de lo que muchos llamanos noticia, de la sutileza y delgada que puede ser la linea que se cruza sin tomar los resguardos éticos, profesionales y esenciales...la necesidad de protagonismo y puesta en escena hoy empieza a ganar espacios de manera profunda.
Ricardo lo escribió en su blog en días pasados.

Periodista vs Protagonista




"En el mundo del fútbol yo y mi gente somos top y en el mundo del periodismo tú eres una mierda", habría dicho el siempre controversial José Mourinho a Antón Meana, periodista de Radio y Diario Marca, luego de una Rueda de Prensa.

Todo habría empezado en el momento en que Meana, mientras analizaba en su programa de radio el partido que en la jornada anterior había perdido el Real Madrid, informó a los oyentes de la sensación que tenían varios futbolistas del primer equipo, que veían a Louro (Preparador Físico del Real Madrid) casi como un espía del señor Mourinho.

Meana defendió a toda costa su fuente informativa ante los célebres interrogadores, comprometiéndose a volver a consultarle a su fuente aunque en realidad estaba convencido de su veracidad.

"A mí me han dicho que eres un hijo de puta y una muy mala persona, y yo en vez de creérmelo, pienso otra cosa", interrumpió José Mourinho esta vez, y continuó: "En el mundo del fútbol yo y mi gente somos top y en el mundo del periodismo tú eres una mierda".

Casi como un regaño, Mourinho le recomendó al periodista que sea más prudente con las fuentes que consulta y que no haga del supuesto comentario de una persona, un tema generalizado de la convivencia de un grupo.

Pero esa no fue la mejor parte. “Tú tienes una fuente, te da una información y por ella tienes que pagarle. No digo con dinero, hablo de favores, de taparle cuando falla, de ayudarle cuando te necesite y si es un niño prometiéndole cosas. A mí me pasa, me llama un periodista, me cuenta cosas de su periódico y yo tengo que pagarle con una alineación o con una entrevista. Pero yo, cuando eso sucede, pienso que si esta persona traiciona a sus compañeros no es una persona de fiar. Y filtro lo que me cuenta, busco lo que es cierto y lo que no. Eso es lo que tú tenías que haber hecho".

La Lección de Periodismo terminó con una sentencia: “No es necesario que interpretes mis palabras, basta con lanzar mi frase textual y dejar que la gente haga sus valoraciones”

El periodista terminó el diálogo disculpándose con la mágica frase que se usa cuando uno en realidad no quiere hacerlo: "Perdón con la mano en el corazón si usted o los que le quieren se sintieron molestos, no era mi intención ofenderle personalmente al haber utilizado la palabra espía".

¿Cuántas lecciones nos deja esta historia?... ¿El reclamo de los protagonistas de la noticia obedecía a la fama de intratable del técnico portugués o fue por la imprudencia del periodista que creyó que era noticia afirmar que al Preparador Físico era considerado un espía por el plantel sólo porque uno de ellos así se lo dijo?

Vale la pena analizar el contexto general.

El argumento expuesto públicamente por el periodista fue presentado como una realidad basada en una “fuente confiable”, la que sería su única prueba y a la que protegería hasta las últimas consecuencias por ser su derecho.

El aludido tenía dos caminos, enfrentar cara a cara al periodista o llevarlo a las instancias legales. Obviamente eligió la primera opción.

Aunque se podría decir que quedan algunas interrogantes, a mí me queda una reflexión final:

Si el periodista tiene el derecho de decidir qué es noticia y de presentarla con la única prueba de su fuente confiable, el protagonista debe tener el derecho a elegir si reacciona de manera personal o si lo hace por la vía judicial.

Después de todo, cualquiera que sea la reacción del afectado, siempre quedará la opción de decirle malcriado, arrogante o bravucón si lo hace a cuenta propia, o acusarlo de atentar contra la libertad de expresión si se decide por llevar el caso a las cortes.

Los periodistas tendremos siempre la última palabra, pero eso no significará que necesariamente tengamos la razón o que el público no se pueda darse cuenta de la realidad.

¿Usted qué piensa?

 http://libertadperiodismoyetica.blogspot.com.



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