ESCRITO ORIGINALMENTE EN ABRIL...SOMETIDO A EDICION
Los días han sido agitados para algunos recolectores de firmas con la determinación fija de estructurar nuevos clubes.
Las fórmulas y leyes vigentes están diseñadas para que los blindajes
que antes protegían a muchas federaciones sean más vulnerables, de tal
forma que las evaluaciones de sus trabajos sean más públicas, técnicas,
consistentes y reales.
Bajo estas nuevas costumbres se buscan cambios y reestructuración en
algunas federaciones deportivas, existen muchas que trabajan muy bien y
otras que definitivamente cumplieron su ciclo y deben, por el bien de
esa disciplina, ser cambiadas e iniciar nuevos procesos.
Pero es aquí cuando llega la pregunta sabia y que busca una respuesta
más poderosa aún. ¿Cómo hacerlo?, ¿cuál sería el proceso más noble y
lleno de equidad?
Para muchos directivos, con cerca de 10 años o más en sus cargos, el
proceso de digestión sobre estas posibilidades es lento y doloroso,
existen quienes han cumplido labores fantásticas y por ninguna causa
deberían ser cambiados…, otros deben irse ya.
Ante el rebrote de esta
nueva tendencia, volvieron a surgir los que buscan el cambio intentando
adaptar la nueva ley a sus necesidades, federaciones que fueron asesoradas y
recibieron los antídotos a sus males, la forma de escape a sus actuales
administraciones, el jarabe para ocultar inoperancias administrativas y deportivas.
El problema y la película repetida se dan cuando, amparados bajo el
respaldo de un organismo deportivo, realizan las gestiones y, cuando
inician el proceso de cambio, el otro organismo deportivo, local o internacional no los
respalda.
Es decir, y para que entiendan todos, el COE y el Ministerio del
Deporte caminan por sendas diferentes y se alinean a diferentes grupos
que inician el reprise de formar dos directivas de diferentes deportes,
una que será reconocida por el COE y otra por el Ministerio.
Así se inician zafarranchos de combates, cruces de opiniones,
advertencias, reacciones airadas, reclamos, aclaraciones con tonos
beligerantes y ofensas que destruyen el espíritu deportivo del asunto y
lo vuelven ya un elemento de show de circo.
Otra vez se activan las necesidades de conocer cuál es el organismo
que tiene la palabra final en lo que al deporte ecuatoriano respecta.
¿Quién decide?
¿Quién es el que tiene la última palabra?
El COE advirtió que, que si había intervención del Gobierno, se corría el
riesgo de que Ecuador no participara en Juegos Olímpicos, que la injerencia gubernamental
está prohibida (pero no para dar billete)....no paso nada.
La situación, por como se viene manejando nos hace aterrizar en el siguiente campo de aviación del análisis.
El Ministerio del Deporte quiere depurar todo, empezar de cero y buscar un rumbo nuevo, en el camino caerán justos por pecadores, se hará a un lado a gente valiosa, serán casualidades de guerra, al mismo tiempo se barrera mucha porquería que hace años esta alojada bajo la alfombra.
El COE defiende a ojos cerrados a sus federaciones, con lealtad, a veces sin medir el accionar o desarrollo de las mismas, solidario a como de lugar, luchando por su grupo y buscando como ejecutar la ley que ellos manejan.
En conclusión, como se dice en el argot de los que andan a pie:
película repetida, erróneos procedimientos y federaciones que sí están
sujetas a evaluación.
Es tiempo de que no solo un organismo tome decisiones y, además,
cambiar los sistemas de elecciones en federaciones: los deportistas, ex
deportistas y dirigentes deben poder votar y elegir a sus presidentes.
¿Me van a decir que Andrés Gómez no podría votar por un candidato a
presidente de la Federación de Tenis, o Bonifacio Morán por otro para
la de béisbol, Pepe Baquerizo por un aspirante para la de básquet, o Andres Fernandez por alguien que pretenda la titularidad de la de
surf?
Es cuestión de configurar el universo de votantes y encomendar a los que saben que elijan quién los debe representar.
Una vez más… ¿y quién califica a ese grupo de votantes: el COE o el Ministerio de Deportes?
¡Chuta!... me metí a la misma película otra vez.
CONCLUSION: Hasta las huev...con esta pugna!!!