FOTO. eldiario.ec |
La puerta emitía un sonido opaco, del otro lado la golpeaba un puño con carga casi nula de paciencia, la buena fe del casero había expirado, la renta acumulada del tercer mes debía ser cancelada.
A unas leguas de distancia, un comité ejecutivo de colegio se reunía, el asesor financiero describía la falta de pago en las pensiones de cuatro alumnos, eran reincidentes, acumulaban pagos atrasados por tres meses, la medida radical y existente de no permitirles dar examen estaba a punto de ser ejecutada.
No lejos de estos escenarios, la gerente propietaria de una tienda tradicional e informal de barrio (sí, se llama María) revisaba la cuenta de un joven cliente, el crédito era flexible, pero los pagos poco constantes, con lástima se decía así mismo: “Pero si no le doy crédito qué comerá el guagua, además es futbolista y debe estar fuerte para sus partidos”... el dilema maternal chocaba con fuerza frente a su desbalanceado libro contable.
Tres días e historias separadas que llevan pegadas en su titulo un denominador común: jugadores del Deportivo Quito, todos con serios problemas económicos y una aguda crisis financiera que golpea sin compasión al club para el que representan.
Tres días e historias separadas que llevan pegadas en su titulo un denominador común: jugadores del Deportivo Quito, todos con serios problemas económicos y una aguda crisis financiera que golpea sin compasión al club para el que representan.
Casi al mismo tiempo que la dirigencia celebraba la aprobación de un estadio de 40 millones de dólares, un futbolista del Quito abandonaba la casa de sus progenitores con el dinero prestado de su padre en su bolsillo. El nuevo estadio es parte de una negociación externa a las arcas del club, intervienen inversionistas que buscan otros nortes comerciales, lo de ellos no es pagar los sueldos de jugadores.
Ante todo este panorama de “chirez” sería incomprensible que un dirigente pueda exigir algo a sus jugadores, que demande estabilidad o rendimiento futbolístico... no es necesario, el Deportivo Quito lo hace como campeón, con ritmo, figuras y un juego que convence.
Cada fecha que actúa se especula que la situación de vacío en sus cuentas bancarias (de dinero proveniente del club) afectará al rendimiento, que será comprensible el descenso en su juego, que serán goleados... nada, cada vez lo hacen mejor, convencen más, pero igual siguen limpios.
Ante todo este panorama de “chirez” sería incomprensible que un dirigente pueda exigir algo a sus jugadores, que demande estabilidad o rendimiento futbolístico... no es necesario, el Deportivo Quito lo hace como campeón, con ritmo, figuras y un juego que convence.
Cada fecha que actúa se especula que la situación de vacío en sus cuentas bancarias (de dinero proveniente del club) afectará al rendimiento, que será comprensible el descenso en su juego, que serán goleados... nada, cada vez lo hacen mejor, convencen más, pero igual siguen limpios.
Fue solo hace pocos días, la dirigencia declaró ante la prensa que estaban quebrados, que la situación era terrible, los integrantes del club se iban a parar y nadie podría reclamarles algo... otra vez nada, fueron incapaces de no saltar al gramado, se presentaron y ganaron otra vez.
Les tocó medirse con el club de rendimiento perfecto, el Emelec del 2013, venían de ganar todos sus partidos de manera consecutiva y además clasificar a la siguiente fase de Copa Libertadores, borrando cualquier inconformidad producto de su situación financiera, apagaron el presente y encendieron su fútbol... los golearon 3-0.
Lo vivido por estos jugadores es difícil de explicar, quienes han pisado esas dimensiones saben lo duro que es mantener la actitud y peor aún seguir siendo ganador, por eso esta es una situación que merece el respeto y aplauso de todos los observadores.
Lo vivido por estos jugadores es difícil de explicar, quienes han pisado esas dimensiones saben lo duro que es mantener la actitud y peor aún seguir siendo ganador, por eso esta es una situación que merece el respeto y aplauso de todos los observadores.
Y para rematar y poner la cereza en el pastel de la inestabilidad, es casi fijo que cada semana en federacion de fútbol aparezca una nueva deuda del club que amenaza con suspenderlos de la actividad...casi inmediatamente después de estas observaciones, el equipo vuelve a ganar.
Tal vez a esta hora la señora María ya haya desistido de seguir fiándole a ese joven futbolista, quién sabe si tal vez a esta hora ya se pudo juntar algún dinero para ellos.
Ante toda esta realidad, los jugadores y su barra solicitaron no hablar más del tema económico, que se enfoquen en su lado futbolístico... me perdonan, no pude aguantarme.
Tal vez a esta hora la señora María ya haya desistido de seguir fiándole a ese joven futbolista, quién sabe si tal vez a esta hora ya se pudo juntar algún dinero para ellos.
Ante toda esta realidad, los jugadores y su barra solicitaron no hablar más del tema económico, que se enfoquen en su lado futbolístico... me perdonan, no pude aguantarme.
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